¡Hay! pobre de mí musa
Sola, triste, callada y solitaria
Ignorante de la existencia de mi amor
Del amor de un amante
Del amor de un loco obstinado
Del amor de un ignorante
Pobre de ella, mi princesa
Totalmente desentendida
Del significado que representa
Para aquel fiel siervo sumiso a sus antojos
Para este vagando, limosnero de su hermosura
Para este loco demente que irradia amor
Pobre de aquella
Que se pierde el poder, sentir mi amor
Que se lo pierde por culpa mía
Por culpa de aquel cobarde, hueco de valentía
Triste fortuna, para tanta dulzura
Teniendo que soportar a pretendientes ignorantes
Cuando esta aquí, su caballero de armadura radiante
Que la ama en un silencio, digno de un panteón
Que sueña cada día con ella, comparándola con estrellas
Pero escaso de agallas para confesar su tenue amor
Pobre desdichada, distraída
Que no se da cuenta que es dueña de una vida
Que al mismo tiempo da vida ah aquel tipo ausente de valentía
Pobre de mí añorada, de mi tantas veces ya soñada
Que no sabe de mi cobardía
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